BMW X5 M y X6 M
Como anticipo del Salón de Nueva York BMW acaba de publicar todos los datos e imágenes oficiales de los nuevos X5 M y X6 M, las esperadas versiones Motorsport del SUV X5 y elcrossover X6. La expectación generada por ambos vehículos ha sido muy alta, y representan un cambio en BMW Motorsport que a buen seguro creará polémica entre los más puristas. Son los primeros BMW con tracción integral, motor turboalimentado y cambio automático en portar los respetados emblemas azules y rojos.
Exteriormente ambos cuentan con una presencia imponente y una carrocería musculosa, un resultado realmente espectacular. Su aspecto está unificado, ya que tanto carrocería como paragolpes están pintados en los mismos colores exclusivos, un rojo vivo para el X6 M y un azul intenso para el X5 M. Con respecto a los modelos de los que parten, ambos estrenan un paragolpes delantero de aspecto agresivo y con voluminosas tomas de aire, necesarias para que sus potentísimos motores respiren de manera correcta.
Los rasgos de identidad de Motorsport están presentes en ambos vehículos, las branquias laterales cromadas y los cuatro tubos de escape no podían faltar en su repertorio estilístico. Las deportivas llantas son específicas de BMW Motorsport y cuentan con un diámetro de nada menos que 20 pulgadas. El habitáculo de ambos deportivos también se distingue por un volante deportivo forrado en cuero ribeteado en color azul y rojo, asientos de cuero deportivos calefactados o palanca de cambios específica.
Al acceder al amplio habitáculo descubrimos los emblemas de Motorsport en los vanos de las puertas y al sentarnos al volante la impecable instrumentación. Esta cuenta con retroiluminación blanca y es específica para los X5 M y X6 M. La línea roja es variable, en mi opinión un elementos que debería ser de serie en todos los coches, ya que así se evitarían muchos sustos derivados de exprimir la mecánica en frío, un error bastante frecuente a evitar. A medida que se caliente el motor la línea roja sube.
Motor y prestaciones
Bajo el capó de ambos vehículos nos encontramos con un motor 4.4 V8, dotado con un sistema de doble turboalimentación en serie, concretamente es el mismo motor que usa el BMW X6 en su versión xDrive50i o el BMW 750i. Al propulsor se le ha dotado de un nuevo colector de escape, que gracias a un diseño cuidadoso y un correcto posicionamiento de los catalizadores consigue minimizar al máximo las pérdidas de potencia y contribuye a entregar una respuesta lineal y progresiva.
Los turbocompresores de baja inercia son muy importantes para que no exista el temido turbo-lag, se ha incrementado su presión de soplado hasta los 1.5 bares en los X5 M y X6 M. Dos intercoolers refrigerados por agua se encargan de garantizar que la temperatura del aire que pasa por los turbocompresores es adecuada. Toda esta tecnología se traduce en unos impresionantes 555 CV a 6.000 rpm y un par máximo de 680 Nm entre las 1.500 y 5.650 rpm. Son los Motorsport más potentes de la historia.
La potencia pasa a las cuatro ruedas a través del sistema de tracción integral permanente xDrive, en este caso entrega bastante más potencia al eje trasero que al delantero, y gracias a un reparto de pesos cercano al 50/50 se garantiza un excelente comportamiento en ambos vehículos. Los neumáticos traseros son de medidas 315 35/R20, mientras que el tren delantero calza unos 275 40/R20. La moderna caja de cambios que portan ambos coches es la nueva M Sports Automatic Transmission, de 6 relaciones.
El conductor puede cambiar de marchas mediante levas de alumino tras el volante, la pequeña palanca electrónica o dejar esa tarea al coche, sin tener que mover un dedo en tal caso. La caja cuenta con varios modos de funcionamiento, el estándar es D, pero luego disponemos del Power Mode, en el que elegimos entre los programas Efficiency (orientado al ahorro de combustible) o Sport, orientado a un alto rendimiento en carretera o circuito, donde se apurarán las marchas para obtener la máxima potencia.
Sin embargo, el “alma de la fiesta” es el M Mode, que suma a los rápidos cambios de marchas del modo Sport la posibilidad de accionar el Launch Control. Este sistema controla por nosotros la posición del acelerador y la caja automática para asegurarnos aceleraciones óptimas, sin quemar rueda y con cambios de marcha a las rpm óptimas. Activando este sistema los X5 M y X6 M consiguen hacer el 0-100 km/h en 4.7 segundos, exactamente lo mismo que tarda el M5 con su cambio semiautomático SMG III.
El 0 a 200 km/h se completa en 16.9 segundos y el kilómetro desde parado se bate en unos impresionantes 23.5 segundos. Son buenas cifras, pero para apreciar la dimensión de los brutales V8 twin-turbo sólo es necesario saber que en 5ª – marchas bastante largas – se hacen un 80-120 km/h en sólamente 5.1 segundos. La velocidad máxima de ambos super-SUV está limitada a 250 km/h, pero ambos pueden alcanzar los 275 km/h si se encarga el M Driver’s Package.
En la medida de los posible, se ha intentado cuidar el consumo de combustible de estos SUV de 2.380 kg de peso. Las tecnologías Efficient Dynamics ayudan a dejar el consumo medio en 13.9 l/100 km, equivalentes a 325 g/km de CO2, cifras inferiores a las del M5. Entre otras cosas, los X5 M y X6 M cuentan con frenada regenerativa, el alternador se desconecta en los repechos, y la bomba de la dirección asistida sólo funciona cuando es requerido, no está permanentemente conectada como en la mayoría de los coches.
De parar a estos deportivos ambos se ocupan discos de freno ventilados de 395 mm delante – con pinzas de cuatro pistones – y discos ventilados de 385 mm de diámetro en el tren trasero, abrazados por pinzas de freno de un solo pistón de enormes proporciones.
Dinámica
Todo parece pensar que un SUV de casi 2.4 toneladas no se comportará demasiado bien en un circuito o carretera revirada, pero en Motorsport asegura haber construido unos SUVcon una dinámica más que excelente, un digno rival para los Porsche Cayenne Turbo S, a los que aventajan en 5 CV. Se ha trabajado especialmente en la suspensión, que evita los balanceos mediante un sistema llamado Active Roll Stabilization y la mantiene a un nivel constante, con evidentes beneficios para el comportamiento.
La suspensión también es adaptativa – M Adaptive Drive -, por tanto su dureza y altura puede variar en función de los requerimientos del momento, con una elevada rapidez gracias al protocolo FlexRay. Cuenta con dos modos prefijados, Normal y Sport, en este último la suspensión es significativamente más dura. Este mismo sistema también coordina las reacciones de la dirección asistida, de responsividad y dureza variable en función de la situación o los mismos modos prefijados de actuación.
Pero sin duda, el comandante de este barco es el Dynamic Performance Control, que actúa en clara consonancia con el DSC (Dynamic Stability Control, el ESP de BMW). Cuando está activado el comportamiento del coche es normal en su deportividad, pero cuando activamos el M Dynamic Mode (MDM) a la pulsación de un botón en el volante, absolutamente todos los sistemas del coche se ponen en alerta máximo, dirigiendo todos los esfuerzos hacia el máximo rendimiento.
Para que nos hagamos una idea, la suspensión se endurece, se limita el balanceo de la carrocería, la dirección y el acelerador son más precisos, se transfiere a las ruedas traseras mayor par motor y el control de estabilidad sólo actúa cuando nos encontramos en los límites absolutos del agarre y empezamos a encontrarnos ante ciertos peligros. En modo Off estamos solos – DSC desactivado – y BMW asegura que la experiencia es radical, pudiéndose incluso ejecutar derrapes controlados, drifting incluso.
Equipamiento
Tras esta perorata técnica, nos centramos en el equipamiento de ambos super-SUVs. La equipación de serie es muy generosa, por lo que me centraré sólo en los elementos de serie más destacados, así como algunos elementos opcionales interesantes. No hay acabados diferentes, así que la lista de serie es la siguiente:
- Airbags frontolaterales, de cabeza y de tórax
- Climatizador automático con cuatro zonas
- Llantas de aleación y 20 pulgadas
- Decoración exterior Motorsport
- Volante multifunción forrado en cuero de diseño deportivo
- Tapicería de cuero exclusiva y asientos deportivos
- Control de crucero adaptativo (ACC)
- Levas tras el volante
- Asientos calefactados
- iDrive de cuarta generación
- Navegador con información del tráfico en tiempo real
- Pantalla multifunción TFT de grandes dimensiones
- Conectividad Bluetooth, auxiliar, USB
- Sensor de lluvia
- Retrovisores plegables eléctricamente
- Iluminación adaptativa con faros bixenón
- Asistente de ayuda al aparcamiento
- Sistema de sonido Hi-Fi con 12 altavoces
- Amplificador de 230 W
Algunos elementos interesantes de la lista de equipamiento opcional:
- Head-Up Display
- Cámara de asistencia al aparcamiento
- Top view: cuatro cámaras de asistencia al aparcamiento con visión de 360º
- Diferentes llantas, tapizados, etc.
- Sistema de sonido BMW Individual de 16 altavoces y 825 W
Seguridad
Además de los habituales airbags – en este caso frontales, laterales, de tórax y de cabeza – BMW sostiene que la mejor manera de salir ileso de un accidente es no tenerlo. Por ello han instalado en el coche avanzados sistemas de control de estabilidad (DSC) y un asistente de ayuda a la frenada, que maximiza la presión de los frenos si se requiere. Los frenos poseen un sistema de secado automático en caso de lluvia y el DSC compensa automáticamente los posibles desmanes del remolque que llevemos.
Los frenos también cuentan con un sistema que evita el fading en condiciones extremas de conducción mediante la regulación automática de la fuerza de frenado. Para arrancadas en cuesta más seguras, el control de estabilidad mantiene parado el coche el tiempo que necesitemos para pasar el pie del freno al embrague. Para descender pendientes muy pronunciadas contamos con la ayuda del Hill Descent Control (HDC), que regula por nosotros los frenos para no perder el control.
El BMW Connected Drive, que ya equipa la actual Serie 7 llama automáticamente a los servicios de emergencia en caso de accidente, posicionando la localización de nuestro coche mediante GPS.
Conclusiones
Los BMW X5 M y X6 M han sido lanzados con el objetivo de arrebatar el trono a los Porsche Cayenne como todoterrenos de altas prestaciones. Concretamente al Cayenne Turbo S de 550 CV, aunque este se defiende mejor fuera del asfalto gracias a la reductora que los X5 y X6 no poseen. En cualquier caso, son vehículos enfocados de manera directa al asfalto, de una racionalidad por tanto ciertamente comprometida. En tal caso, el trabajo realizado por Motorsport es impecable.
Hace años era impensable que pudiésemos disfrutar de todoterrenos SUVs de prestaciones comparables a las de una berlina de altas prestaciones. En tiempos de crisis no son la elección más adecuada, pero tendrán su público, que desde luego los valora mucho como símbolo de status social. Por el momento no tienen marcado un precio, pero un M5 cuesta más de 100.000€, por tanto los X5 M y X6 M no bajarán de los 120.000€ con toda seguridad.
En un vistazo
- BMW X5 M y X6 M
- Motor: 4.4 V8 twin-turbo
- 555 CV, 680 Nm de par motor
- 0 a 100 km/h : 4.7 segundos
- Velocidad máxima: 250 km/h, 275 km/h sin limitación
- Consumos en l/100 km (urbano/extraurbano/mixto): 19.3/10.8/13.9
- Emisiones ponderadas de CO2: 325 g/km
- Peso: 2.380 kg
- Cambio automático de seis marchas
- Reparto activo de potencia y par
- Tracción integral permanente xDrive
- Suspensión adaptativa electrónica
- Control de chasis adaptativo
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